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EN UNA ENTREVISTA A GAMES MAGAZINES RELATA EL PASADO DEL BINGO EN BRASIL, CÓMO LA IGLESIA ENSEÑO A JUGAR A SUS FELIGRESES, EL NACIMIENTO DEL VIDEOBINGO DE LA MANO DEL GOBIERNO DE ENTONCES Y DEL NUEVO SISTEMA ABS (Advanced Bingo System), INÉDITO EN EL MUNDO

Johnny Ortiz reflexiona sobre las ENORMES oportunidades de ZITRO en Brasil

 
Johnny Ortiz, presidente de Zitro, empresa líder mundial de videobingo que opera en 19 países ha realizado un análisis sobre el futuro del mercado del juego en Brasil en una entrevista a Games Magazines. Johnny Ortiz espera ahora una ley seria que confíe en Zitro y en otras empresas del sector a nivel mundial. Según el empresario, si la regulación fuera adecuada, Zitro revolucionaría el mercado.
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Como pionero del sector del bingo en Brasil y responsable del cambio de conceptos en esta actividad, ¿qué evaluación hace del pasado y del futuro que seguramente traerá al empresario más innovador de vuelta al país?

Cuando la Ley Zico fue aprobada en Brasil hubo una gran oportunidad para todos, pero principalmente para las entidades deportivas en crecimiento. Fue una apertura para los bingos y con el patrocinio de ellos se dio un salto en el desarrollo de diversos deportes, lo que permitió al país mejorar su actuación en los Juegos Olímpicos, en los Panamericanos, en los mundiales e incluso en otros deportes que no disponían ni siquiera de espacios en los que entrenar a sus atletas

Las casas de bingo pasaron a ofrecer un ocio sano, especialmente para la tercera edad, que no tenía otra opción de entretenimiento, y también llevó glamour y seguridad a todos los locales donde eran instalados. Antiguos cobertizos pasaron a albergar casas lujosas y trajeron con ellos actividades complementarias como comercio de alto nivel, restaurantes... Eso movilizó bastante la economía local. Tengo la certeza de que la maduración de una ley adecuada permitirá la generación de cientos de miles de empleos directos e indirectos, impuestos y tasas para mejorar la economía de Brasil y la alegría de los clientes, especialmente los de la tercera edad, que tendrán una forma de diversión barata, segura y alegre.


¿Cómo fue presentar el bingo a la población brasileña? ¿Cómo se conquistó a los clientes de una actividad tan poco conocida?

No fue muy difícil. Los empresarios tenían la percepción de que para atraer a los clientes necesitaban ofrecer confort, seguridad, belleza, buena comida... Es decir, un excelente servicio para un público ávido de novedades. Y no fue necesario “enseñar” lo que era un bingo a la población; es un juego milenario, presente en encuentros familiares, fiestas y escuelas de todo Brasil, y también en miles de iglesias.

Por increíble que parezca, fue la iglesia quien enseñó a jugar al bingo a sus feligreses, en sus bazares, al realizar partidas para recaudar fondos para sus actividades sociales...Justamente fue uno de los segmentos que se acabó posicionando contra la actividad regulada por la Ley Zico.



El bingo empezó a formar parte de lo cotidiano para miles de personas. ¿Fue suficiente?

Claro que no. Todo cliente quiere novedades y fue por eso por lo que coloqué en el momento en que existía Bingo 23 (en Sao Paulo, que dio lugar a Bingo Emperatriz años más tarde) un nuevo concepto. Instalamos 150 Bing Datas (los conocidos ordenadores en los que los usuarios podían jugar de forma automática la cantidad de tarjetas que quisieran).

Para tener una idea, fuimos pioneros en este área y, hasta ese momento, los mejores bingos del mundo tenían como máximo 12 terminales. El hecho de que nosotros fuéramos pioneros hizo que se acabasen consagrando los principales bingos en Brasil y exportamos el concepto a diversos países.

Otra novedad fueron las máquinas de videobingo. Nacieron en Brasil y no me canso de decir que el inventor de esa propia modalidad de juego fue el propio gobierno brasileño, que permitió, orientó y organizó, dentro de la antigua ley, esta modalidad.

Ahí llegó el fin de la actividad y de los avances que el sector venía conquistando y de los cuáles usted fue uno de los protagonistas. Eso, ¿fue un caos?¿o avanzó el crecimiento de Zitro en el mercado mundial?

Por supuesto que el fin de la actividad supuso un gran impacto para la sociedad, para los empresarios y para las entidades deportivas. Los bingos se acabaron en la sociedad sin ninguna discusión y sin ningún motivo. Fue solo una estratagema para desviar la atención pública de otros problemas, pero no hay mal que por bien no venga. El cierre de los bingos me obligó a buscar otros caminos y así nació Zitro, pues tuve que salir del país en busca de nuevas oportunidades y fue cuando tomé todos los conocimientos adquiridos en Brasil y pasé a ofrecer la alta tecnología y la creatividad del videobingo al mercado mundial. Así, coloqué en muchos otros países el producto inventado en Brasil.


¿Cómo se encuentra Zitro actualmente?¿Brasil está en sus planes?


Hoy Zitro está presente en 19 países y está encaminado a ser un líder global en el sector de los juegos, teniendo en cuenta que ya somos líderes mundiales en videobingo. Ahora, con los nuevos productos que estamos desarrollando, no tengo duda de que alcanzaremos este liderazgo. En el caso de Brasil, tenemos un producto que va a revolucionar una vez más el segmento. Se trata del ABS (Advanced Bingo System), con el que los empresarios de los bingos van a tener un sistema de control y de equipo nunca antes visto en el mundo. Para que tengan una pequeña idea, se puede cambiar la decoración de los bingos a diario si así se desea, y con la enorme ventaja de que cuesta menos de la mitad que los equipos actuales.


Pero para eso se necesita una ley.


Claro que sí, pero una ley seria y clara. Veo muchos puntos positivos en lo que se ha venido discutiendo, y solo dos puntos negativos. Uno de ellos es la parcialidad de algunos medios de comunicación que, sin ahondar en el asunto, han tomado una posición contraria a la actividad. El otro punto que encuentro negativo es la falta de unión entre los empresarios para demostrar, de manera eficaz a la sociedad, a la prensa y al gobierno, los beneficios de nuestro sector.

De cualquier manera, estamos ansiosos y confiados en la nueva ley de juego de Brasil y creo que sería fundamental que, como ya hacen en otros países, el Senado y la Cámara se unieran para discutir un proyecto sólido.

Es necesario que la ley sea muy seria para que no exista un margen que permita a un empresario aprovecharse para que después otros se lleven la culpa. 'Zitro' es una empresa cumplidora al 100% con las licencias de todo el mundo y si la ley no está bien hecha, no volveremos a Brasil. Y otras empresas, de la misma manera y siguiendo las mismas premisas de transparencia y seriedad, no tornarán hacia el país.


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