“Cuando un sector tiene 3.800 máquinas en el almacén es que algo no va bien”

Albert, ¿te parece que hay una campaña bastante desbocada con los problemas de la ludopatía? Se están movilizando asociaciones en cada gobierno autonómico , en Extremadura últimamente han organizado la Red de Juego… ¿Qué crees que está pasando?
Lo que hay que hacer es tomarlo con normalidad. No es un problema. Lo que hay que diferenciar son las asociaciones que se ganan la vida con ello y las que lo hacen porque creen en la causa. Si tú realmente lo que quieres es parar un poco la ludopatía, lo que tendrás que hacer es trabajar con los jóvenes y los enfermos real, pero no puedes hacer una norma global. Una norma global rompe la herencia. Tenemos que actuar con normalidad.




Y para frenar este supuesto avance de los problemas de la ludopatía, ¿es buena la contingentación?
Es buena para el sector. No influye para prevenir la ludopatía, sino que es una normalización del sector. En Cataluña las máquinas están contingentadas. No es que haya menos máquinas porque estén contingentadas, sino que hay menos máquinas porque no se recauda lo suficiente como para pagar los impuestos. Si tuviésemos menos impuestos tendríamos más máquinas en la calle.

En Cataluña hay, más o menos, 38.500 máquinas. De ellas, hay 3.000 en almacén porque no hay suficientes bares rentables. Si una máquina no recauda el mínimo de la tasa de juego, no puede estar en la calle. Cuando un sector tiene 3.800 máquinas en el almacén, es que algo en el sector no va bien.

El enfermo no deja de ser alguien adicto a cualquier cosa: si no lo fuera a las máquinas lo sería a cualquier cosa y lo que tienes que hacer es tratar con esta gente. Es decir, que no porque reduzcas el número de máquinas va a dejar de haber ludópatas, porque entonces estaría prohibido y lo buscarían en el juego clandestino o en otros medios.

Lo que no podemos hacer es dar a alguien dinero para que juegue. Si tiene adicción, lo que hay que hacer es tratar esa adicción, porque si solo le quitas la máquina, será adicto a otra cosa.

El equilibrio entre las asociaciones de ludópatas y nosotros es lo que hace que el mecanismo funcione. Ahora mismo no hay un problema grave con la ludopatía, no hay tanta gente, porque lo hemos tratado con normalidad y porque las máquinas son de ocio.



Ante este panorama, ¿qué supondrá la subida de tasas que ya se ha implantado en Cataluña?
Es una ruina. Hemos hecho un estudio con la Cámara de Comercio que demuestra lo que ha pasado en los últimos años en cuanto a las tasas de juego impagadas, hemos encontrado un gran número de incidencias y cuando una empresa deja de pagar la tasa de juego, no lo hace por hobby. Es parecido a cuando suben el precio del tabaco para que la gente consuma menos (que tampoco me parece muy efectivo)… No hay que atacarlo sólo por el tema de los precios, sino que tienes que educar, que es lo que tiene que hacer nuestro sector.

La recaudación ha bajado en los últimos seis años un 40 por ciento. No nos han bajado las tasas, hemos pedido cada año que lo hicieran, y durante la crisis buscamos que la bajada fuera temporal hasta que la cosa volviera a mejorar y después, que la volvieran a subir. Las empresas durante esos años han ido haciendo frente como han podido a las tasas.

Ahora que el sector parece que comienza a funcionar un tres o cuatro por ciento más, si subes la tasa harás el efecto contrario y acabarán en el almacén 5.000 máquinas en vez de 3.000. Han subido la tasa porque dicen que han reportado 12 millones de euros de recaudación. Eso va a ser imposible porque va a haber menos máquinas. No porque cobren más van a recaudar más.



Al final con esta medida, ¿qué se quiere? ¿Recaudar más? ¿O atacar al juego?
Es un disparo al aire. Tenían que cuadrar unos presupuestos y les faltaban 12 millones. Así de fácil (bromea).



Alguna parte del sector sostiene que le parece bien la subida porque es como un voto de confianza a la Industria: ‘Te subo las tasas porque es una industria que va bien, que puede dar fondos, y como creo en ti, te subo las tasas’…
Es una manera de verlo. Por esa misma razón, que las dupliquen, así confían más en nosotros. No me convence esta teoría (bromea). Ha bajado demasiado la recaudación y la administración tendría que haber esperado a que nos recuperásemos un poco. Además lo ha hecho sin avisar, sin hablarlo con nosotros. Nos enteramos por la prensa y eso no puede ser. Pagamos 140 millones de euros al año en gastos. No se puede enterar uno por la prensa de eso.



Has estado haciendo campaña con este asunto por todos los medios de comunicación generalistas de Cataluña…
Hemos intentado contarlo pero no ha servido para nada. Sí que nos entienden, en cualquier sitio, incluso los políticos. Lo que no puede ser es que si el IPC ha sido de un 1,5 y se suban las tasas un diez por ciento. No tiene sentido. Ha bajado la recaudación, hemos pasado una época de crisis y todos nos hemos apretado el cinturón y tenían que haberlo comentado al menos.



¿Qué grupos políticos se muestran más proclives a hablar con el sector catalán?
Aquí es muy complicado. El problema que hay es que se pueden mojar muy poco porque dependen de otras cosas. Todos te entienden, lo comprenden pero dicen que es lo que hay.




¿Y con respecto a la postura de algunos actores destacados de la Industria que reclaman tasas más altas, y las del juego online, más altas todavía?
Quieren que sean proporcionales, no más altas. Por ejemplo, Codere siempre ha apostado por las tasas proporcionales, que es un debate que está ahí y que se puede defender en ambos sentidos. Las dos situaciones tienen argumentos a favor y en contra. Por un lado, la lógica sería la tasa proporcional pero por otro lado, en otros países donde se han aplicado tasas proporcionales ha resultado ser un fracaso, como en Italia.

Lo normal sería pagar solo lo recaudado siempre que no haya una tasa mínima muy elevada porque entonces se pierde el efecto. Es un debate que el sector tiene que hacer pero hay posiciones muy enfrentadas.

Una tasa proporcional cambia el mercado con los clientes: nosotros llegamos a un acuerdo con el establecimiento y si aplicamos una tasa proporcional, al mejor cliente le cobras más impuestos y al peor, le quitas menos. No podemos hacer que el que trabaje más pague más. Haría cambiar todo el organigrama del sector. Creo que ese es el freno principal que hay.



Y sobre el debate del número de máquinas por bar, la empresa operadora única… ¿Cuál es tu opinión al respecto y sobre la implantación de apuestas en hostelería?
La empresa operadora única es importantísima. Entiendo que el contrato de una empresa con un bar no tiene que ser de una máquina, sino de la empresa con el bar; y la empresa se va a encargar de gestionar el juego del bar y entonces tiene que ser la única que pueda hacerlo. Si entran dos empresas en el bar, no puedes gestionar el juego igual que si solo fueras la única.
Ahora teóricamente la perdemos, pero hay que intentar recuperarla de alguna manera.



¿Y las apuestas en bares?
En las comunidades donde ha ocurrido, no se quejan de que vaya mal. Al final, lo que hay que hacer es copiar lo que funciona en otros sitios. Pero también hay otra teoría que dice que el hecho de que una máquina de apuestas quite un euro al día, es mucho dinero. El juego en los últimos años ha subido casi un quince por ciento, las máquinas han bajado casi un 40 por ciento. A algún sitio ha ido esto. Las apuestas atraen, tienen mejor imagen…. Incluso los padres no lo ven tan mal entre sus hijos, a diferencia de las máquinas tragaperras.

Al final el sector del juego tiene que ser único. Antes decíamos que había varios subsectores, salones, bingos, casinos, apuestas… Lo único que falta es poner las mismas reglas. Lo que no puede ser es que una máquina de apuestas pague un diez por ciento de impuestos y nosotros paguemos 3.800 euros y tampoco puede ser que para colocar una máquina de apuestas haya muchas facilidades y puedas colocar lo que quieras para apostar a todo tipo de juegos y de cualquier manera. Hay que igualar las condiciones.



¿Es difícil todo eso?
El País Vasco es el más revolucionario y están contentos pero al final se tienen que colocar el máximo de cosas posibles y el mercado echará a volar. El mercado al final reajusta todo pero tiene que haber las mismas condiciones para todos.



¿Qué te parece el modelo de Castilla-La Mancha donde se iguala la nomenclatura entre subsectores?
Yo lo que creo es que, hace cuatro o cinco años ya se había hablado, los salones y los bingos tendrían que ser lo mismo porque las diferencias no son muy abismales. Hoy se gana más con las máquinas que con el propio bingo. Entonces, sería buena idea llegar a acuerdos con los que colocar bingos pequeños en los salones y en los salones, colocar máquinas. En Cataluña hay 175 permisos de salón y 75 de bingo. El bingo en sí no es rentable. Si se consigue que hicieran 175 permisos de salas de ocio, seguramente sería más fácil, y más en un sitio contingentado.

Además este número hace que no se vean perjudicadas las máquinas de calle, porque en Murcia por ejemplo, se han cargado este sector; se están montando bares con diez máquinas. Habría que unificar salones y bingos porque, aunque no son exactamente lo mismo, al final son parecidos. Un bingo al final es un salón de máquinas hoy en día, porque hay máquinas, apuestas…



Administraciones como la de Andalucía parecen lejos de apostar por el modelo de Castilla-La Mancha…
El casino tiene que ser algo diferente. Para juntar los tres sectores (bingos, casinos y salones) habría que vérselas. En cambio, en los bingos y salones sí que veo una posibilidad. Los casinos los veo diferentes.



El casino de Barcelona está increíblemente bien montado ¿no te parece?...
Claro, está en pleno centro. El traslado lo hicieron provisional. Entre casinos y salones surgió la polémica cuando salió la ruleta porque los casinos se enfadaron. Pero al final nos tenemos que complementar. Lo que no permitiría es que hubiera 500 salones, porque eso sí que sería perjudicial para el bar, pero que haya un salón me parece bien, para que quien quiera jugar de verdad, lo haga. Y así, que los jugadores ocasionales vayan al bar, que es lo que nosotros queremos.



¿Qué te parece la llegada a los Salones de la Máquina especial de Casino?
Tiene que poder haber de todo. Como hay poco, tampoco iría mal. En Cataluña lo bueno que tenemos es lo bien regulado que está el juego por el número de máquinas que hay, de salones… No nos hacemos daño porque son juegos complementarios. No hay que prohibir al otro.

Algunos fabricantes han sido capaces de dar la vuelta al reglamento. Eso está bien y no deberíamos dedicarnos a meterlos en tribunales.

Al final, en la vida, hay una serie de cosas que te saldrán bien, otras te saldrán mal y otras, a medias. Si las cosas que te han salido bien te compensan, entonces te ha ido bien. Si no, eres un fracasado. Es la suma de todo, la teoría de la vida. Es muy fácil de decir pero muy difícil de hacer.



¿Cómo va EUROPER?
Muy bien. El secreto es que somos un grupo de amigos que se juntó para poder para hacer frente a Cirsa. De esto, ha surgido mucha amistad y por eso es muy fácil que funcione.

Ahora está entrando gente nueva pero tampoco queremos crecer demasiado, porque el secreto de todo ello es que nos llevamos bien, que es lo importante a la hora de decidir. Además la gente está muy involucrada, hacemos eventos, la gente se lo pasa muy bien… Y cuando se empieza a hacer mucha política ya no funciona igual.



Le das a EUROPER un toque diferente…
La verdad es que nos lo pasamos bien, hacemos viajes juntos a las ferias y todo lo preparamos nosotros, y al final el roce hace el cariño. En las ferias nos lo pasamos muy bien pero, en realidad, ¿a qué vamos? ¿a comprar? Yo no compro máquinas en ninguna feria, porque las máquinas que hay en ellas ya las he probado a través de los fabricantes.

Si venden máquinas es porque las hemos probado, aprovechas y las compras, pero nuestro producto no se compra por impulso, sino que hay que probarlo porque son productos caros.



Hablando de los grandes grupos que están moviendo la Industria, ¿qué te parece la progresión de Orenes?
Son muy buenos gestionando. Además son gente que no se dispara, tienen un crecimiento con el que se van repartiendo por el mapa. Están en todo y en Murcia han bajado el negocio y entonces tienen necesidad de salir por ahí. Han estado una temporada parados pero nosotros, por ejemplo, con la comercial estamos encantados. Están gestionándolo todo muy bien.



Están modernizando mucho los salones y elevando el listón…
Sí. Además es una empresa que, a pesar de lo grande que es, aún conserva la esencia familiar. Muchos llevan más de 20 años, los hijos también están empezando….y yo creo que una empresa tiene que encontrar el equilibrio entre ser grande y conservar el espíritu de empresa.



¿Cómo es vivir en un barco?
Lo fui a probar y estoy encantado. Cuando eres joven tienes sueños, y normalmente no los haces realidad. Esto era una cosa que siempre me había gustado pero al final la vida se te complica hasta que tienes un momento y dices ¿por qué no probarlo? Llevo ya ocho años y costará que me echen. Yo tenía una casa muy grande y me di cuenta de que no me hacían falta tantas cosas.

Mis hijos viven una semana conmigo y otra con mi exmujer. Lo encuentro muy bueno para ellos. Tengo cuatro hijos de dos mujeres (un hijo de 6, uno de 22, de 26 y de 16). Con ellas tengo buena relación porque el problema siempre he sido yo, no ellas.

Como ya desde pequeños nos han educado como si los hombres fuéramos culpables lo tengo asumido. Seguramente me guarden rencor, pero no lo sé, porque el tiempo lo cura todo.



Y llegó Violeta...